La jugadora española más laureada del voleibol nacional y en estos momentos la única mujer que dirige un banquillo en la máxima categoría, ha compartido con nosotros unos minutos para participar en la entrega de noviembre de #ComunidadDiversa.
Esther López Arroyo (Hernani 1974) comenzó a jugar a voleibol a los 14 años, “podría haber sido cualquier otro deporte de equipo, fui probando y descartando hasta que di con el voleibol, desde ese momento supe que estábamos hechos el uno para el otro”. Desde entonces ha pasado por numerosos clubes convirtiéndose en la jugadora española más laureada al sumar, entre otro títulos, una Champions League, ocho Copas de la Reina, diez Superligas y seis Supercopas, además de ser la mejor receptora a nivel europeo en 2005 y mejor líbero de Europa en 2003/04 y 2006/07. En 2016 obtuvo el MVP de la Copa de la Reina, título que nunca antes había sido otorgado a una líbero. Y fue en 2017 cuando cambió la pista por los banquillos, convirtiéndose en 2019 en la primera entrenadora en dirigir un equipo en la máxima categoría nacional y, si no fuera porque la covid paró la competición, seguramente en estos momentos sumaría también su primer triplete como entrenadora con Voleibol Logroño al ganar la Supercopa 2019, Copa de la Reina 2020 y encabezar la clasificación regular con 10 puntos de distancia frente a su perseguidor.
Esta temporada, después de la amarga retirada del club logroñés de la competición, Esther dirige el banquillo de FC Cartegena Algar Surmenor.
La ex líbero nos confiesa que no siempre ocupó esa posición, “probé varios puestos. Siempre destaqué por mi recepción y defensa y llegó un momento en el que me quedé bajita, o es que ya era mala, y surgió la figura del líbero, entonces mis entrenadores no tuvieron ninguna duda en colocarme en esa posición”. Para ella su mejor recuerdo deportivo hasta el momento ha sido “ganar el Campeonato de Europa en Tenerife, fue lo más grande que conseguí en mi carrera”, mientras que en lo personal, el voleibol también le ha dado algo muy importante: “mi pareja”.

Fotografía: Jose M. Martín

  • ¿Ha importando en algún momento tu condición sexual a la hora de desarrollar tu profesión?

No ha influido. Yo luché por conseguir mis sueños, trabajé a diario para ello sin ponerme ningún tipo de etiqueta. No tiene nada que ver tu condición para ser mejor o peor a la hora de desarrollar tu carrera.

  •  ¿Te has autocensurado o cohibido a la hora de hacer algún cometario sobre tu vida personal con tus compañeras o en el entorno deportivo?

No, tampoco hablo de ella a no ser que surja y me pregunten. Para mí es algo natural, yo no juzgo a las personas por su condición, las juzgo por su comportamiento hacia las demás personas.

  •  A lo largo de tu carrera, ¿qué es lo que más has echado o echas en falta respecto a educación, apoyo etc., en lo referido a personas LGTBI+?

Quizá más educación sobre el tema. Es una pena que mucha gente joven (y no tan jóvenes), vivan situaciones desagradables por incultura de muchas personas. Nos etiquetan, nos juzgan, nos atacan sin ni siquiera conocernos, simplemente por el hecho de tener otra condición. Yo quiero que me juzguen por como soy, que me critiquen porque me comporto mal o hago daño, no por lo que hago de puerta para dentro. Creo que hay cosas peores.
Esther tiene claro qué hay que cambiar y lo sencillo que esto puede llegar a ser: “vive y deja vivir. Si cada uno de los me etiquetan se preocuparan de lo suyo, con eso ya estaríamos cambiando algo.”

Para finalizar deja un mensaje a todas las personas que pertenecen a la comunidad LGTBI+, tanto dentro como fuera del deporte: “no dejes de ser tu mismo, no dejes que apaguen tu esencia. Hay personas que nunca lo entenderán pero no dejes de ser feliz. No hay nada malo en ti.”


Prólogo de Paloma de Río: ESTAMOS, SOMOS PERO VIVIMOS Y DEJAMOS VIVIR

Primera entrega: #COMUNIDADDIVERSA ENTREVISTA A TIFANNY ABREU, JUGADORA BRASILEÑA

Segunda entrega: Aitor Barreros: «LA GENTE HETERO SE PIENSA QUE SOLO SE SALE DEL ARMARIO UNA VEZ Y NO ES VERDAD»


Pilar Barbó
Imagen portada: Montse Santos