No importa el peligro, solo luchar por volver al hogar. “El Otro Punto” es la sección de las curiosidades y de la historia de un deporte formado por y para gente distinta. Los más de 160 metros cuadrados de pista contienen muchas líneas escritas. Hoy toca recordar a los caídos, esas víctimas atrapadas por el descenso. ¡Qué vuele el balón!

Hay sensaciones difíciles de describir. Esta es una de esas que te ensordece con el último golpe del balón en el suelo. Como si cayera el peso de una losa de hormigón encima de tu cuerpo, obligándote a pensar únicamente en tumbarte en el suelo con el único objetivo de perder la mirada en lo que pasa a tu alrededor, hasta focalizarla en el techo del pabellón. Lo sabes, eres consciente. Tu equipo acaba de descender.

Estos sentimientos, son los que este pasado fin de semana pudieron sentir todos aquellos que participaron en los proyectos de Tarragona SPiSP y Mediterráneo de Castellón. No serán los últimos, tampoco los primeros. El descenso se cobra dos nuevas víctimas, dos nuevos nombres que se subieron a la barca, cruzaron de lado y ahora deberán buscar la forma de volver.

El caso de Tarragona, es algo que se venía mascando desde el principio de temporada. Un club que se construyó con los mínimos requeridos y que no tuvo el apoyo suficiente para mantener la categoría. Lo que ninguno pensaba es en la forma en la que lo han hecho. Un casillero sin victorias y sin ningún punto.

Una combinación que para ver algo semejante tenemos que remontarnos a la temporada 2012/2013. En este año, el C.V. Zaragoza sufrió el mismo destino que los catalanes. La diferencia puede estar en la cantidad de partidos que disputaron, ya que fueron 18, cuatro menos que en esta campaña. No es hasta el año 2005/2006 cuando el Voley Lleida consiguió con los mismos partidos jugados, idénticas victorias y puntos en la casilla.

Por otra parte tenemos a Mediterráneo. El equipo de Santiago López vuelve a quedar en puestos de descenso por segundo año consecutivo. Solo un milagro como el sucedido en el año anterior, salvaría a los castellonenses de bajar de nuevo a Superliga 2. Ahora sí, a diferencia de la temporada anterior, en este curso han sido capaces de pelear hasta el final por mantener la categoría. Lejos está aquel año 2015 cuando consumaron su ascenso. Hoy, 3 años después, tienen los pies en la alfombrilla de bienvenida de la SVM 2.

Cuando echen la mirada a este año, desempolven las fotos de la actual temporada, esperemos que sean capaces de recordar estos instantes como el primer momento en el que empezó la vuelta a la Superliga, el regreso al hogar.

Diseño portada y texto: Jorge Moragón ( @JMoragon9 )