El voleibol está a prueba de manera constante. Faltan dos y una jornada para determinar los equipos que participarán en la Copa del Rey y de la Reina. Y aún no existe sede. Una situación que con la crisis sanitaria que estamos viviendo hace pensar: ¿es seguro realizar las Copas con este mismo formato?
Solo en esta jornada de Superliga Masculina de Voleibol se han cancelado tres de los siete partidos que se deberían de haber disputado. El primero fue el Rio Duero Soria – Urbia Voley Palma, aplazado por el positivo de Abel Bernal. No tardó en llegar el aplazamiento del Conectabalear Manacor – FC Barcelona Voleibol, que también sufrió las mismas consecuencias por un positivo en la plantilla culé.
El tercero llegaba ayer en forma de comunicado a las 21:29 de la noche. El Unicaja Costa de Almería informaba que 3 jugadores tuvieron “contacto directo y de manera más prolongada tras el encuentro” con el positivo del Urbia. Recordemos que los ahorradores visitaron a los palmesanos en la última jornada. Pese a que “todo el personal ha dado negativo”, el encuentro contra el CV Teruel se aplazaba.
¿Qué pasa con las Copas?
Las Copas son la patata caliente para una RFEVB en la última fase de las elecciones a la presidencia. Quedan 37 días para que empiece la Copa Príncipe y Princesa, como está estipulado en las normas de competición. El primer termómetro para saber si realmente hay opciones de dispar las competiciones ‘mayores’.
Cogiendo la temporada anterior como referencia, la elección de la sede para estas ediciones ya se debería de haber hecho. El 26 de noviembre de 2019 se conoció cuál iba a ser la sede para todas estas competiciones y, a día de hoy, no se sabe nada.
¿Es segura su organización?
La realidad es que de los ocho equipos que participarían en la 71ª edición de la Copa del Rey, si cogiéramos la clasificación de hoy como la válida para determinar participantes, 5 de los 8 equipos no disputarían sus partidos. En el mejor de los casos solo se disputaría un encuentro.
Si las organizaciones de estos campeonatos no se llevan a cabo con sumo cuidado y responsabilidad, no solo por parte de los clubes -que estamos viendo que son responsables dentro de sus posibilidades- sino también por parte de la Federación, podríamos estar ante un problema más que evidente. En Comunidad Vóley no hay ningún sanitario, pero creo que no sería descabellado decir que la seguridad estaría en entre dicho.
Ahora bien, hay que tener en cuenta los grupos burbuja de la Copa CEV y la Challenge Cup. La Confederación Europea de Voleibol (CEV) lo aprobó con el objetivo de minimizar riesgos. Tienen un margen de 22 días hasta que se disputen las fases de dichos torneos el 15, 16 y 17 de diciembre.
Las opciones para las Copas
La primera opción sería la de llevar a cabo la organización de las Copas conforme se estaban haciendo hasta ahora. En los mismos periodos de tiempo y bajo las mismas condiciones. Todo teniendo en cuenta que la cantidad de equipos participantes ha crecido. En la del Rey y la Reina pasan de seis a ocho equipos participantes en el caso de la SVM y en la del Príncipe y Princesa de cuatro a seis equipos.
Existen otras posibilidades. Aplazarlas hasta la finalización de la competición regular, como se hacía antaño hasta los años 90. Disputarla como en algunos países vecinos con encuentros en los pabellones de los equipos, siendo la final en campo neutral. O la versión híbrida. Cuartos de final y una final four en sede fija para la Copa del Rey y la Reina. Dos grupos burbuja para la Copa Príncipe y Princesa, con sede neutral para la final.
Las Copas, más allá de su formato, lo que determinará la seguridad del campeonato será su organización. Tener la capacidad suficiente para garantizar su disputa con la mínima opción de contagio. Algo que cuanto más pasan los días, más difícil será de conseguir. Lo único seguro es que estas Copas no van a ser como antes y su futuro es más bien incierto.
Jorge Moragón
Imagen: Comunidad Vóley
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