Sudor, tensión y concentración en el Nuevo Carranque. “El Otro Punto”, la sección de las curiosidades y la historia de un deporte formado por y para gente distinta. Los más de 160 metros cuadrados de pista contienen muchas líneas escritas a partir de las que retrocederemos al 20 de octubre de 2004. En concreto, nos trasladamos al set más largo de la historia de la Superliga Masculina. ¡Qué vuele el balón!

Este pasado sábado en la Bundesliga hubo un set en el que se llegó a jugar hasta un 50-48. Allpenvolleys y Luneburg estuvieron jugando durante 55 minutos sin encontrar un ganador claro que consiguiera la ventaja de dos puntos para llevarse el tercer set. La anomalía no pasaba desapercibida para nadie y menos para Antonio Correa, quien ya vivió en sus propias carnes algo parecido en el Nuevo Carranque.

“Los jugadores se miraban pensando en cuando iba a terminar.” – Antonio Correa.

Aquel partido enfrentó al C.D. Universidad de Málaga ante el C.V. Andorra con Juan Antonio Urbaneja y Luís Hillaire en sus respectivos banquillos. Un total de 200 personas en la grada y una ola de calor que elevó la temperatura del recinto hasta casi los 40ºC. Todo ello para vivir en sus ciernes el set más largo de la historia de la Superliga Masculina de Voleibol.

Era la temporada 2004/2005, la Superliga acababa de arrancar y los dos equipos necesitaban la victoria como agua de mayo. El Probisa Hotel El Pinar, como se llamaba de manera oficial el equipo malagueño tras la pérdida del patrocinio de PTV, acababa de perder el primer set por un 21-25 y no estaba dispuesto a dejar pasar otro.

Por este motivo, en el segundo set se llegaron a disputar un total de 90 puntos. Casi los mismos que hay en juego en un partido normal, cuando un equipo gana un partido en tres sets. Había un inconveniente: este no iba a ser un partido normal.

“No nos podíamos imaginar lo que estaba pasando, me dirigí al árbitro a pedirle que hiciera lo posible para que el partido acabara.” – Reconocía Mario Ferrera, por aquel entonces un jovencísimo jugador del Probisa, a Comunidad Voley.

La igualdad en aquel set no se deshizo hasta llegados los 50 minutos. Los jugadores después de cada punto, se mantenían como podían en la pista mientras se secaban el sudor con sus camisetas y pedían un final, cual fuera, para encontrar un vencedor. Hasta Genildo Da Silva, aquel mítico jugador brasileño que pasó por tantos equipos españoles, se dirigió al árbitro pidiéndole que pitara el final.

“Se acercó y me dijo: ¡pita algo! Por favor… ¡lo que sea!, pero que acabe esta locura ya.” – Afirma Antonio Correa que le dijo Genildo Da Silva en aquel partido.

Lo cierto es que todo finalizó con un 46-44 favorable al equipo andaluz y no fue el árbitro quien finalizó ese partido. Los jugadores, exhaustos, cansados y sin energías, concedían más espacios y arriesgaban menos. Fue en uno de esos momentos cuando los de Urbaneja se adelantaron y cerraron el set. La temperatura, el esfuerzo y la historia, hicieron que todos los jugadores se dejaran caer al suelo, aplaudidos por los espectadores, tras esa demostración de voleibol.

“La sensación fue como que el equipo que perdió había perdido el partido” – Aitor Canca, jugador de aquel Probisa.

Tras 22 puntos de partido, el segundo set había finalizado. Pese a que no sirvió para remontar el partido, ya que Andorra acabó venciendo en el tie-break, todavía hoy sigue vigente ese récord en Superliga. Andorra se llevó los dos puntos a casa, pero ambos escribieron su nombre en la historia. Un partido que perdura en el recuerdo de muchos y que, sin duda, será muy difícil de repetir.

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Ficha técnica del partido:

Málaga: Oton, Thiago, Rodríguez, Morales, Bosco, Canca y Berríos (líbero). Suplentes: Ferrera, Borja y Márquez.

Andorra: Correa, Da Silva, Marcobal, Zambelli, F.Rodrigues, Jardim y Borrego (líbero). Suplentes: García.

Árbitros: Fernández Nevado (Sevilla) y Antonio Correa (Huelva).