Hoy el menú de Nochevieja en Comunidad Vóley son lentejas. ¿Adivináis a dónde hemos viajado para cerrar un gran 2018?

Para finalizar el 2018 viajamos a Italia de mano de María Priscila Schlegel, jugadora de voleibol en la liga A2 de dicho país. María ha dedicado toda su vida al deporte en varias facetas, comenzó en el mundo del atletismo consiguiendo 22 medallas en Campeonatos Nacionales en la especialidad de salto de altura y triple salto. Ostenta el record de Asturias de ambas pruebas y, actualmente, desde hace cuatro años se dedica profesionalmente al voleibol. Su lema de vida es “believing is the begining” que quiere decir “Creer es el principio” y en Comunidad Vóley estamos muy de acuerdo con esta filosofía y nos la apuntamos. Nunca dejes que te digan que no eres capaz de ser lo que tú quieres ser.

¿Cómo describirías el voleibol en Italia?

M.S.: Espectáculo. El voleibol es uno de los deportes más seguidos en el país por detrás del fútbol y seguramente a la par que el baloncesto. Sobre todo en la primera categoría (A1) tanto en femenino como en masculino de cada partido se hace un espectáculo. De esta categoría para abajo como es lógico disminuye un poco este “show”.Es un país donde hay cultura del voleibol, la gente conoce los puestos de juego, las normas, el tipo de campeonato…

¿Qué hizo que te decidieras a ir hasta allí?

Tras las dos maravillosas temporadas en Haro quería probar una experiencia nueva, sabía que una vez tomada la decisión de irme iba a salir de mi “zona de confort” por lo que sería un club diferente en la Superliga 1 (ahora Liga Iberdrola) o una experiencia en el extranjero. Hablé con mi representante y conseguimos una oportunidad para jugar en Italia la temporada 17/18. No me lo pensé y me embarque en la nueva aventura.

 

¿Cuáles son las mayores diferencias respecto a la competición española?

Tras la experiencia del último año creo que hay una mayor igualdad entre los equipos, por ejemplo, el año pasado nosotras íbamos octavas y eliminamos al líder de liga en la Copa Italia. En este campeonato se podría decir que cualquiera puede ganar.  A nivel de contratos es una liga con mayor peso. A nivel general podría decir que el juego es más rápido y la altura de los ataques más altos. Hay jugadoras muy fuertes que suben el nivel de juego y hacen la liga muy competitiva.

¿Y qué es lo más parecido?

La forma de trabajar, en España se entrena muy bien.

¿Qué es lo que más y lo que menos te gusta? 

Lo más bonito de jugar en Italia es la forma en la que se vive el campeonato. En la mayoría de los partidos, las gradas están llenas y los equipos tienen su afición que les sigue por los distintos puntos del país. En el caso de mi nuevo equipo, tenemos un club de fans llamado “Ultras Puma” que ya tiene organizado todos los viajes para los partidos que jugamos fuera de casa. Es un ambiente muy bonito. Lo que menos me gusta de jugar en Italia es tener a la gente que quiero lejos, pero creo que es una etapa de mi vida que merece la pena.

¿Qué es lo que más te ha llamado la atención? 

La importancia que tiene el vóley. Tanto el año pasado como este juego en la serie A2, que sería la segunda división de voleibol nacional. A pesar de ser la segunda división es parte de la serie A y por ello la gente es consciente del nivel de juego que hay, te conocen, te piden fotos, autógrafos….

¿Volverías a repetir experiencia?

Sin ninguna duda.

Entonces, ¿hasta cuándo te quedas?

La verdad es que siempre pienso temporada a temporada, por lo que no sé qué haré el año que viene. Desde luego no descarto ninguna opción y volver a España siempre está entre mis planes.

¿Qué consejos darías a quienes quieren llegar a receptora?

Que la pasión y determinación mueven al mundo y que si uno está dispuesto a darlo todo por un sueño, lo único que queda es trabajar, trabajar y trabajar. El error es parte del aprendizaje y para ser «experto» en un puesto la mayoría de las veces (digo mayoría porque genios hay en todas partes) pasamos por periodos de adaptación y aprendizaje difíciles de asimilar. La clave está en seguir insistiendo y creyendo que podrás hacerlo.

¿Porqué decidiste cambiar de disciplina?

De pequeña siempre había hecho los dos deportes, en mayor volumen entrenaba atletismo pero el voleibol lo intentaba compaginar sobre todo a nivel de entrenamientos, las competiciones era más complicado. A los 18 años recibí una beca para ser interna en la Residencia Joaquín Blume gracias al Salto de Altura, entrené durante 3 años a tiempo completo y el último año que estuve en Madrid me retiraron la beca de interna por falta de resultados deportivos así que decidí volver a jugar a voleibol como “vía de escape”, quería volver a divertirme jugando. La decisión de dejar el atletismo vino sola, los resultados y los eventos con el voleibol iban en aumento pero las horas del día seguían siendo las mismas así que al final en 2015 cuando me ofrecen irme a Haro como jugadora profesional decidí dedicarme sólo al voleibol.

¿Volverías a cambiar?

Sí, creo que fue un acierto. Soy completamente feliz gracias al cambio de deporte. No cambiaría lo que he vivido con el atletismo, pero la vida que llevo ahora es gracias a la pelotita.

¿Qué puedes contarnos de tu paso por los JJOO de la Juventud de Singapur 2010 a nivel deportivo?

Fue una experiencia enriquecedora en todos los sentidos. Para poder estar en estos JJOO los atletas que participamos previamente debimos pasar un clasificatorio que se celebró en Moscú durante el mismo año unos meses antes de la fecha. Afortunadamente tras un buen concurso en el Europeo de Moscú conseguí clasificarme. La competición en Singapur no fue como esperábamos, no fue el mejor concurso de mi vida y me quedé lejos de mi marca personal pero a día de hoy estoy satisfecha del camino que recorrí para poder llegar hasta allí.

¿Y a nivel personal?

A nivel personal fue un viaje increíble. A día de hoy sigo teniendo una relación de amistad con mucha gente que conocí en ese campeonato. Fue una experiencia espectacular, desde la villa olímpica, el comedor, las actividades, las zonas de entrenamientos, las competiciones del resto de españoles, el turismo por la ciudad… IN-CRE-I-BLE.

Todavía eres muy joven pero, ¿has pensado qué harás tras tu carrera deportiva?

Me gustaría seguir jugando muchos años más pero cuando termine seguramente intentaré opositar para profesora. He estudiado INEF, el máster de Educación y me estoy especializando en idiomas (Inglés e Italiano). El ámbito de la gestión también me llama mucho la atención. Seguiré formándome durante estos años.

En las fechas en las que estamos, ¿has conocido alguna tradición o costumbre que tengan en Italia por Navidad, Noche Vieja, etc. que te haya sorprendido mucho o que hayas adoptado?

En general es tradición hacer regalos en navidad como es bien sabido, pero aquí, yo he recibido regalos por parte de mis compañeras (hicimos el amigo invisible), por parte de aficionados y también del staff técnico. Una curiosidad cultural es que el día de Noche Vieja comen lentejas, es su comida típica navideña.

La persona anteriormente entrevistada para“Destino: Vóley”, el scout Pablo Sánchez, nos dejó esta pregunta para el siguiente persona sin saber quién iba a ser. Tras tu experiencia fuera de España, ¿cómo harías más atractivo el voleibol en España?

Creo que se deberían entender el Voleibol como un espectáculo y por tanto tratarlo como tal. Se debería hacer mucha más promoción de los partidos, generar eventos en los tiempos muertos, previas y post partidos. Me parece fundamental el hecho de que durante los partidos haya un Var, como lo hay en los partidos de baloncesto por ejemplo. Creo que hacer del voleibol un evento espectáculo atraería a gente a los pabellones para disfrutar de nuestro deporte.

 

Mirian Escuín

Imágenes por María Schlegel