El pasado domingo  ponía su broche final el circuito Madison Beach Volley Tour y lo hacía, nada más y nada menos,  que en Laredo, “la Catedral del vóley playa”. Hacemos balance de este MBVT 2018 con Nuria Bouza y Javier Monfort, campeones de la última prueba.

 

CUADRO FEMENINO

Tras tres días llenos de vóley,  cuatro parejas de cada cuadro seguían vivas. En el femenino, la primera semifinal  enfrentaba a Nuria Bouza- Erika Kliokmanaite y Ester Ribera-Lía Merteki, quienes no pudieron parar a las campeonas de Ayamonte, por lo que Bouza-Erika volvían a disputar una final de MBVT una semana después de haberse subido al pódium.  En la siguiente semifinal se enfrentaba Paula Soria y Nazaret Florián a una de las parejas que más expectación causa: Matveeva-Moreno. Madre e hija, tras hacer un gran torneo,  no pudieron contra las vigentes campeonas, Soria-Florián.

Unos minutos pasadas las 18h. arrancaba la primera de las finales: Bouza-Erika se medían frente a Soria-Florían. La emoción estaba servida. El primer set sirvió para entrar en juego a ambas parejas y cayó del lado de las favoritas, Soria-Florián, mientas que en el segundo set la lucha y demostración de que ambas parejas querían ganar hizo que los espectadores que llenaban las gradas disfrutaran de un gran choque que terminó 20-22 y llevó la final al tie break.  Llegados a este punto, Bouza y Erika se hicieron con la victoria y arrebataron el título a Paula Soria y Nazaret Florián, para quien, a pesar del resultado, Laredo siempre es una prueba especial.

Hablamos con Nuria Bouza tras ganar la final.

  • El segundo set fue de vértigo, ¿qué pasaba por vuestras cabezas en ese momento?

Nuria Bouza: Ahora que lo he visto retransmitido, se ve un partido muy emocionante, lo que pasa es que cuando estás jugando vas punto a punto, con la cabeza fría. La gente nos dice que nos molan las remontadas, pero nosotras vamos punto a punto y si se puede ganar un set, pues se gana, y si no, vamos a por más;  de hecho empezamos perdiendo.

  • Así es, ¿cómo se remonta una final?

N.B.: En los tiempos que tenemos no hablamos mucho de psicología, sí más de estrategia, de dónde nos están haciendo daño, qué hay que mejorar o cambiar. Al final somos una pareja que llevamos juntas todo el circuito, jugamos juntas el año pasado, y las parejas contra las que estamos jugando son chicas con mucho nivel, muy buenas, pero creo que les falta esa continuidad que tenemos nosotras de cada torneo que hace que a veces no haga falta ni hablar para saber lo que tenemos que hacer.

N.B.: El año pasado ganamos dos pruebas y nos quedamos terceras en otras dos y este año nos encontrábamos mucho mejor, así que queríamos hacer por lo menos lo mismo que el año pasado o mejor. Nuestro objetivo era ese pero empezamos en la Copa de España y caímos en semifinales contra Paula y Belén 2-1; fuimos a Melilla y volvimos a perder contra ellas 2-1, se nos estaba escapando y nos sabía a poco, sabíamos que estábamos a ese nivel para meternos en una final pero no estaba saliendo. Nos lo merecíamos por estar rozándolo. Lo que te digo, el nivel está muy apretado, todas las compañeras lo están haciendo genial y se lo puede llevar cualquiera.

La siguiente prueba nacional es el Campeonato de España,  donde no veremos a esta pareja ya que Erika tiene nacionalidad Lituana. Con todo agosto por delante, Bouza-Erika no dicen adiós al vóley playa, seguirán compitiendo en el circuito catalán y en otros como el que se disputa en Pizarra (Málaga), “no es Madison pero son torneos interesantes que nos sirven para seguir entrenando.”

 

 

CUADRO MASCULINO

En semifinales, los hermanos Monfort, que venían de ganar en Ayamonte, vencieron a los venezolanos Hernán-Ven en un rápido 2-0. Por el otro pase a la final lucharon los jóvenes Jiménez-Moreno contra una de las parejas más veteranas del torneo: César Menéndez y Fran Tomás. La experiencia ganó a la juventud y una semana después se repetiría una final entre los hermanos Monfort y Menéndez-Tomás.

 

Por la tarde, tras la final femenina y con el incondicional público de La Salvé, se disputó la final masculina. Al igual que la semana anterior en Ayamonte, César Menéndez y Fran Tomás volverían a enfrentarse a los hermanos Monfort en la búsqueda del título.  Aunque esta vez el asturiano y murciano tuvieron mejor juego y pudieron plantar cara a sus rivales, el resultado se repitió: los hermanos Monfort volvían a subirse el pódium.

 

 

Monfort, apellido de final.

Javier y Vicente Monfort, pareja que juega tanto en pista como en playa, han ganado dos pruebas en esta edición de MBVT y no han faltado en ninguna de las finales, incluida la de la Copa de España.  Aunque no les veamos en competiciones internacionales, son una de las parejas españolas más fuertes, sobre todo ahora que su juego ha ido de menos a más y se encuentran en su mejor momento, justo cuando termina el circuito, el cual para nada imaginaban así. “Creíamos que se este año iba a ir mal, primero porque veníamos de jugar en pista y el resto de parejas llevaba haciendo playa todo el año y preparándose para ello; además en las dos primeras pruebas empezamos mal: me lesioné en la Copa y no estábamos en  buenas condiciones físicas. Es una pena que no haya más pruebas ahora que estamos en nuestro mejor momento. Esperamos aguantar y seguir subiendo para Fuengirola, pero va a estar difícil”, nos explicaba Javier, el pequeño de los Monfort.

  • La única pareja que ha logrado ganaros es, precisamente, la de otros hermanos, los Huerta. ¿Qué tiene su juego que no tiene el resto de parejas?

Javier Monfort: No lo sé,  los hermanos Huerta no pueden ganar a García-Mesa, nosotros sí; nosotros no hemos podido con los hermanos Huerta… La primera vez que nos enfrentamos íbamos ganando y me lesioné, la segunda vez  perdimos 2-1/ 16-14, no estábamos en forma física ya que ellos habían ganado cuatro partidos y nosotros siete porque fuimos por cuadro de perdedores y físicamente estábamos muy mal. Creo que es una pareja muy buena y a lo mejor jugamos ahora y nos vuelven a ganar, pero creo que sería diferente. Nosotros necesitamos un periodo de adaptación de la pista a la playa y hemos jugado las dos primeras pruebas contra ellos, no es lo mismo que las dos últimas.

  • Ahora ha terminado el circuito y falta un mes para el Campeonato de España, ¿qué vais hacer durante este tiempo?

J.M.: Seguiremos entrenando. Iremos a Fuengirola directos de la pretemporada de voleibol ya que el calendario está exclusivamente pensado en vóley playa y la final de Fuengirola  se celebra en una fecha en la que ya ha comenzado la pretemporada en lugar de ponerla una semana antes. Un obstáculo más que tendremos y nos hará pelear más duro.

  • Entonces, ¿harán pleno de finales los hermanos Monfort?

J.M.: Va a ser muy complicado. Si vienen Herrera y Gavira ganaran a todos con los que se crucen y la clave estará en que no nos toque cruzarnos con ellos. Al resto de equipos será también difícil ganarles porque llegaremos en plena pretemporada de pista y eso lo complica mucho.

 

 

“EL CIRCUITO SE HACE CORTO.”  LOS PROTAGONISTAS HACEN BALANCE FINAL DEL CIRCUITO

Por si alguien todavía no lo conoce,  hay que destacar que Madison Beach Volley Tour es un circuito ya consolidado, los seis años consecutivos de la prueba de Laredo es una prueba de ello. “Cada año hay más nivel, las niñas vienen pisando fuerte, las veteranas no se van y nosotras ahí en medio dando guerra. Al subir el nivel, sube el espectáculo. La gente ya conoce el circuito, lo sigue y hay más repercusión en medios y redes sociales”, nos cuenta Nuria Bouza, “es un deporte que lo está petando.”

Bouza se alegra de la nueva competición de este año, la Copa de España, aunque lamenta no haber podido prepararla con más tiempo y, al igual que a Javier Monfort, también le gustaría que hubiera más pruebas, “el circuito se hace corto”, afirma la gallega, “sobre todo si se compara con el de otros países. Ahora en agosto no hay nada y podría ser un circuito de 10 pruebas, comenta el pequeño de los Monfort.

En la edición anterior, MBVT contó con cinco pruebas: Barcelona, Valencia, Ayamonte, Laredo y Tarragona, este año con una menos. Barcelona y Valencia no han salido pero sí que lo ha hecho Melilla. “Estamos muy contentas porque haya salido otra sede diferente, aunque para los jugadores nos supone más gasto, es menos accesible, pero el público nos acogió muy bien”, nos explicaba Bouza dentro de su valoración del circuito 2018.

Precisamente eso, el público, es uno de los fuertes del MBVT. “Sin el público no sería lo mismo, no tendría ningún sentido jugar solos. Te da mucho calor y hace que todo sea muy especial, le da sentido a lo que hacemos. Los jugadores son clave pero al mismo nivel está el público”, palabras de Javier Monfort cuando le preguntamos cómo se recibe desde la arena el ánimo de los asistentes en cada prueba. Sin duda, el tesoro de Madison.

 

Ahora  cada pareja tendrá que seguir trabajando para no bajar el ritmo, corregir errores, afianzar los aciertos y, en definitiva, no dejar que el parón de agosto se note en el Campeonato de España. En Fuengirola, del 30 de agosto al 2 de septiembre, se darán citas las mejores parejas nacionales y los espectadores y aficionados  podrán disfrutar al máximo del deporte estrella del verano en la Reserva del Higuerón. Ese sí será el broche definitivo a la temporada nacional de vóley playa.