Cuando quieres a alguien de verdad, nunca se va del todo. Una parte de él siempre se quedará aquí. “El Otro Punto” se tiñe de luto con uno de los jugadores más carismáticos de la Superliga española. El número cuatro de Teruel siempre será eterno.

¿Cuántas veces hemos escuchado la típica frase de que solo son un grupo de personas golpeando una pelota? Siguiendo esa norma, el voleibol sería solo un deporte donde tienes hasta tres toques para pasar el balón al campo contrario. La solidaridad vivida ayer, es una muestra de que ese pensamiento es una equivocación. Un terremoto con epicentro en Teruel consternaba al mundo del deporte, en especial al voleibol.

En el momento en que alguien se embarca a una aventura donde nadie le asegura el éxito, cruza el charco y pone todo de su parte para que las cosas  le salgan bien, nunca se pone en la tesitura a la que se llegó ayer. Un brasileño en Teruel. Parece un título de película de cine, ¿verdad?

El verano de 2015 fue el punto de partida para que un joven líbero que se acababa de proclamar campeón universitario, pisara por primera vez la ciudad del ‘Torico’. La Marea Naranja arropó desde el primer momento al jugador que iba a conseguir 2 Supercopas, 1 Copa del Rey y 1 Superliga. Quizás sea un gran palmarés, pero su hazaña fue meterse a una ciudad en el corazón.

Ahora ya no hay tiempo para enmendar lo ocurrido, pero sí para lamerse las heridas y hacer que su recuerdo siempre esté vivo. Quizás, por eso, para que su nombre nunca se olvide, el Club Voleibol Teruel podría retirar el número 4 como homenaje a su líbero. Una forma de cubrir un hueco irreemplazable. Vinicius Noronha Da Silva, tú sonrisa será eterna.

Diseño portada y texto: Jorge Moragón (@JMoragon9)