De Francia nos vamos a Alemania pasando por Italia. Tras entrevistar a uno de los Red Lynxes, Ángel Trinidad, este mes es el turno para una de nuestras Leonas: María Segura.

María Segura, veterana de la selección española femenina, es una chica alegre y con ganas de hacer muchas cosas y vivir rodeada de buena gente, sobretodo de la familia y los amigos y poder pasar buenos momentos junto a ellos. Así se define ella misma. Según su compañera del conjunto nacional Helia González, «es una persona peculiar, de esas que adoras y te de desespera a veces, que tan pronto le quieres achuchar como matar”. La considera una gran compañera y amiga llena de talento y carisma. Una chica que se deja llevar por lo que siente, con gran don de gentes y bastante «echá pa’lante». De lo que no tiene dudas es que “es una persona que cualquiera agradecería tener en su vida” y que se siente muy orgullosa de que forme parte y muy especial de la suya. Hoy María nos habla de su paso por Italia, su nueva etapa en Alemania, de la selección y de varias cosas más.

¿Cómo describirías el voleibol en Italia?
El vóley en Italia es tradición, es historia, es un deporte importante en Italia, aunque en Italia piensen que no mucho comparado con el fútbol… Eso es porque no han vivido en España.
El vóley en Italia es otro deporte que en diferentes países de Europa, es un deporte respetado, seguido y admirado.
¿Qué te llevó hasta allí y cuánto tiempo estuviste jugando?
He estado 4 años, cada uno de ellos en diferentes ciudades y regiones. Mi primer año estuve en Olbia, Sardegna. El segundo, después de pasar un año en el mar, me mude a las montañas al norte en Trento donde conseguimos llegar a las finales de Play Off contra Monza, Milán. Mi tercer año llegó la oportunidad de realizar mi sueño y jugar en A1 con Monza, un año inolvidable. Y el año pasado en Cuneo, una ciudad histórica en el Voleibol.

¿Fue muy duro el paso de A2 a A1?
Fue duro, porque la liga es dura, y hay un salto considerable entre las dos ligas. Pero fue un año donde crecí mucho y donde disfruté todavía más en cada entreno y partido, ¡jugando contra jugadoras de gran calibre! Al final mantuvimos la categoría y jugamos los octavos de play off, muy contenta del resultado y del año.

¿Cuáles son las mayores diferencias respecto a la competición española?
No se puede comparar, no porque sean niveles diferentes, sino porque no hay la misma tradición o visión. En Italia el vóley es un deporte que cada fin de semana hay dos partidos televisados, sí o sí, donde los pabellones se llenan de 4000 personas y donde la gente paga por un tiquet anual. Donde en la primera división todos los partidos son televisados a través de un canal de internet privado, con máxima calidad.
La gente desde la primera división A1 hasta la B1 (tercera división) cobran y se dedican al voleibol. En España la primera liga es profesional aunque haya equipos que no puedan pagar mucho, pagan y las jugadoras se dedican al voleibol, pero no es lo mismo.

¿Y qué es lo más parecido?
Lo más parecido es el carácter de las jugadoras, ahora que estoy en Alemania se nota un poco más. Desde siempre se ha dicho que Italia y España son dos países muy parecidos, y es verdad, en Italia me he sentido como en casa.

¿Qué es lo que más y lo que menos te gustó?

Hay pocas cosas que no me hayan gustado, siempre intento mirar el lado positivo de las cosas.
En algunos clubes hay poca organización o un poco de caos, demasiada gente para pocas cosas y eso al final como jugadora se te va un poco la concentración.
Me han gustado muchísimas cosas, el ambiente, cuando juegas notas el público que te sigue que es uno más en el campo, y si no son muy animados intentas que lo sean poco a poco y partido a partido.
En los equipos como siempre hay momentos buenos y no tan buenos pero me llevo personas que valen mucho la pena, muy importantes y que me han ayudado muchísimo en estos años.
A nivel deportivo, me gusta mucho como se trabaja, a veces pienso que se podría trabajar más pero si se aprovecha es suficiente. Los entrenadores son buenos, pero lo que hace bueno el voleibol Italiano, son las jugadoras italianas que tienen. Tienen muchas y obviamente el nivel sube cada vez más, eso implica que las jugadoras quieran llegar más alto y compitan más entre ellas. Pero también hay un aspecto negativo en eso, a veces las jugadoras italianas no se exigen y no llegan a donde podrían llegar por no tener ganas de trabajar.

¿Qué es lo que más te llamó la atención?

No sabría decir, en el sentido negativo sí que no me esperaba que en Italia con lo importante que es el Voleibol, las jugadoras no exijan que sea un deporte profesional como lo es en Alemania Francia o España, hablando de contratos laborales.

¿Volverías a repetir la experiencia?
Sí, sin ningún tipo de duda.

Esta temporada juegas en el DSC Volleyball Damen alemán, ¿qué esperas de esta nueva etapa?
De esta nueva etapa espero un cambio, busco crecer y madurar como jugadora, un cambio entre la María de Italia y la que es ahora.

¿Qué te llevo a salir de Italia hacia Alemania?
Necesitaba un cambio, después de 4 años en Italia no quería quedarme en un equipo de A2, necesitaba nuevos estímulos. El equipo en el que estoy Dresden SC es un equipo con mucha historia e importante, estaban muy interesados en mí y al hablar con el entrenador me encanto su idea de juego y sus objetivos y acepté.

¿Por qué Alemania y no otro país?
Alemania es un país donde también se vive mucho el vóley y donde se trabaja mucho y muy bien, así que me gustó la idea y decidí cambiar de aires.

Entonces, ¿hasta cuándo te quedas por tierras extranjeras?
Todavía no lo sé. Es una buena pregunta jejeje; echo mucho de menos estar en casa pero ahora mismo es difícil volver si quiero seguir jugando al vóley a nivel profesional.

¿Qué puedes contarnos de tu experiencia en los Juegos del Mediterráneo 2018?
Fue una nueva experiencia, la verdad que como grupo creo que nos sirvió mucho para darnos cuenta de las cosas que nos faltaban pero también para seguir creciendo. Con las Leonas siempre son experiencias buenas y que te hacen crecer, a nivel personal y como grupo.

¿Cuál es tu mejor recuerdo con la selección?
Con la selección, a pesar que se un recuerdo muy duro, fue cuando perdimos contra Ucrania en Guadalajara el pase al europeo. Porque fue un momento que nos dolió, pero por el que luchamos muchísimo y el cual nos ha dado más fuerza para luchar este año y estar a un pasito más cerca del Europeo del año que viene.

En Comunidad Vóley hemos recibido el chivatazo de parte de otra de sus compañeras, Jessica Rivero, de un recuerdo mucho más anecdótico: «en Soria, en una concentración junior cuando estuvimos en “El Cascante”, un hostal donde nos llevaban a las que no pertenecíamos a la concentración permanente. En el hostal también estaban Sofía MullerMaría Segura y Belly. Estábamos comiendo chucherías como solíamos hacer cuando éramos más pequeñas. Esa noche nos dio por hablar de espíritus y cosas paranormales.
Obviamente todas teníamos el miedo metido en el cuerpo así que decidimos darle un susto a Sofi Muller. Sofi estaba en el pasillo y nosotras en el cuarto. Cuando Sofí apagara la luz del pasillo, teníamos que gritar todas la vez cuando Belly dijera “me pica el ojo”.
Todo nos salió genial pero lo mejor fue que Sofi hizo el salto del tigre hacia nosotras que estábamos en la cama con un portátil y los móviles grabando.
Obviamente después de este gran salto hubo consecuencias: Sofi se hizo daño en el pómulo después de golpear el portátil y las camas se abrieron.
Estuvimos toda la concentración riéndonos de esto… todavía lo recordamos y no podemos para de reír.»

Para ir terminando…
¿Qué consejos darías a quienes lleguen a receptora?

¡Buffff! Pues le diría que si tiene una guerra con la recepción que no tire la toalla, que coja confianza poco a poco y que al final saldrá, son muchas repeticiones e ir trabajando poco a poco. Lo digo porque ¡todavía sigo mi guerra individual con la rece!
Y a todas las jugadoras de voleibol sean o no receptoras, que disfruten, que trabajen día a día, que no desaprovechen ningún entreno, porque cada entreno y partido les hará crecer. Que sean buenas compañeras, competitivas y exigentes pero siempre en modo positivo.

¿Y para llegar a la selección?
Para llegar a la selección lo mismo, hay mucho trabajo, pero sobretodo que la selección es sinónimo de trabajo y dedicación, si se quiere llegar se tiene que sudar mucho, y una vez dentro todavía más.

 

Muchas gracias, María por tus respuestas. Gracias también a Helia y Jessica por sus confesiones sobre María, tranquilas, no hemos dicho que es «la mujer más empanada hasta mitad de mañana». ¡Uy!