Del 22 de junio al 1 de junio se disputaron los XVIII Juegos del Mediterráneo Tarragona 2018. Los Red Lynxes obtuvieron la plata frente a Italia en una espectacular final, mientras que Las Leonas del Vóley quedaron en sexta posición .

La competición arrancó el sábado 23 para ambos conjuntos. Ni los de Fernando Muñoz ni las de Pascual Saurín pudieron asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos del Mediterráneo porque al día siguiente debían medirse a sus rivales por el primer objetivo de la competición: pasar como primeros la fase de grupo. Los Red Lynxes lo consiguieron al vencer 3-0 a Macedonia y 3-1 a Egipto, pero las Leonas del Vóley pasaron como segundas de grupo ya que solo lograron la victoria contra Bosnia Herzegovina (3-0); su otro rival en esta primera fase fueron Turquía (1-3) que se colgó el bronce al final del campeonato.

Superada la primera prueba llegaban los cuartos de final. Los pupilos de Muñoz repetirían el encuentro disputado unos días antes en Guadalajara, donde España se midió en un partido amistoso a Túnez. De nuevo la victoria fue para los locales, un 3-0 en el marcador les aseguraba el pase a semifinales y les acercaba un poco más al medallero.

 


DESCAFENIADO PASO DE LA SELECCIÓN FEMENINA EN LOS JUEGOS DEL MEDITERRÁNEO

 

En el cuadro femenino no hubo la misma suerte. Las de Saurín tenían un duelo de altura frente a Grecia. La opuesta helena junto con el bloqueo  de sus compañeras, hacía de este encuentro una prueba de fuego para nuestras Leonas si querían seguir en el camino de las medallas. Finalmente, un 3-1 en el marcador con tanteos ajustados en el primer y cuarto set  (26-24/18-25/25-23/28-26) dejaron sin opciones de metal a las españolas. “Sabíamos que iba a ser un partido duro. Queda una sensación triste porque hemos estado ahí pero no hemos sabido cerrar la victoria. Da mucha rabia, sobre todo después de haber remontado el set. Somos un equipo que trabaja mucho, que pone mucha ilusión en lo que hace y da rabia” nos contaba Alba Sánchez tras el partido.

Tras ese encuentro, las de Saurín se midieron contra Eslovenia, el equipo más joven de la competición, a quien vencieron 3-1, lo que supuso jugarse la 5ª posición contra Italia, a quien no pudieron ganar y un 1-3 les llevó a terminar los juegos en 6ª posición.


 

El dulce lo ponían los chicos de Muñoz, quienes desde la Liga Europea iban in crescendo y no estaban dispuesto a cambiar el ritmo, aunque delante tuvieran a Grecia en el partido de semifinales.

El primer set ha sido muy importante. Ellos empezaron muy fuertes y a nosotros nos costó un poquito. Luchamos hasta el final y conseguimos darle la vuelta al marcador. Ahí se marcó la diferencia. Si lo hubiesen ganado ellos hubiera sido un partido totalmente diferente, pero nosotros salimos muy reforzados y jugamos a tope hasta el final”, efectivamente, como nos contaba el capitán Jorge Fernández, los Red Lynxes vencieron al conjunto heleno. Un 0-3 (23-25 / 15-25 / 16-25) en el marcador daba el pase a España a la final de los Juegos del Mediterrénao. Los de Muñoz se aseguraban una medalla.

El domingo 1 de julio era el último día de competición. Muchas disciplinas ya habían terminado y las vacaciones estaban a la vuelta de la esquina, pero antes tocaba una última hazaña: jugar la final, y además contra Italia, quien no había cedido ningún set en la competición y contaba con un colocador muy preciso, y dañino, como también lo eran sus centrales y receptores. “Hemos llegado hasta aquí y hay que jugar sin miedo y con confianza en que se puede ganar”, nos tranquilizaba el técnico español Jorge Rodríguez.

Así fue, los españoles salieron a la pista con confianza y gran intensidad, dominando el partido desde el comienzo y poniéndose hasta 5 puntos arriba en el marcador, algo que los italianos no iba a consentir, por lo que finalmente se sobrepusieron y cerraron el primer set. El acierto italiano en los compases finales del primero marcó el comienzo del segundo. El buen saque italiano y los fallos en la recepción española no dieron opciones a los de Muñoz, que intentó solucionar el desajuste en el marcador solicitando tiempo muerto. No fue suficiente, el segundo set fue claramente azul de principio a fin. El tercero merece párrafo aparte.

El calor del Tarraco Arena Plaza no pudo con el ambiente de unas gradas (por primera vez en todos los Juegos) llenas. Las compañeras de la selección femenina, así como deportistas de otras disciplinas, jugadores de la SVM y sobre todo aficionados al voleibol, no quisieron perderse la final que, en el tercer set, se tiñó de puro espectáculo.  Los Red Lynxes sabían que era un “ahora o nunca” y tras recuperarse del parcial anterior, saltaron a la pista a por todas, “el quinto, el quinto, piensa en el quinto” animaba Muñoz antes del saque de Vigil. Los españoles contaban con una ventaja de 5 puntos pero, de nuevo, Italia no lo iba tolerar y poco a poco fue acercándose en el marcador, sumado a una polémica arbitral que dejó a los españoles algo descentrados, pero no lo suficiente para salvar la primera bola de partido. La primera de muchas. Espectáculo y agonía hacía que la grada viviera una auténtica montaña rusa de emociones. El 33-35 final en el marcador así lo demuestra. Italia perdía su primer set de la competición y lo hacía frente a una España peleona que quería más. El acierto de Jorge Fernández en saque y bloqueo y los remates de Villena, demostraban que este conjunto quería más. Sin embargo, el deseado tie-break no llegó. Pese al control nacional en los primeros compases, los italianos llegaron al punto 20 con ganas de oro. Lo que dio al conjunto de Fernando Muñoz la tercera medalla de plata en sus tres últimas participaciones en los Juegos del Mediterráneo.

“Si nos hubieran dicho que íbamos a llegar a la final del campeonato, seguro que lo hubiéramos firmado porque sabíamos que iba a ser complicado, así que debemos estar muy felices y muy contentos”, así nos explicaba el colocador, Ángel Trinidad, su valoración de estos Juegos del Mediterráneo. A su alegría se sumaban Jorge Fernández o Andrés Villena, pero quien no podían evitar sentir “una espinita clavada por no haber ganado el oro, aunque es un resultado muy positivo de cara al Preeuropeo”.

Hay que estar muy orgullosos de este equipo. Es un equipo muy joven, muchos de sus jugadores se estrenaban en la selección en mayo, muchos jugaba por primera vez en estos roles y han mantenido un buen carácter muy una buena personalidad”, nos contaba al final del encuentro el seleccionador Fernando Muñoz, quien resaltaba la importancia de este periodo previo de cara a preparar la clasificación del Europeo en agosto, “los jugadores han sabido aprovecharlo, que es lo más importante. Ahora empieza un periodo diferente”.

 

Si en la ceremonia de inauguración no pudo haber representación del voleibol, en la de clausura tuvo un punto de protagonismo. Jorge Fernández, el capitán de los Red Lynxes, tomó el relevo de Mireia Belmonte y fue el abanderado español en la ceremonia que puso el broche a los Juegos del Mediterráneo. “Fue una sorpresa, pero es un verdadero orgullo, porque dentro de tantos atletas que han competido, que te dejen a ti para ser el representante de todo el país es algo muy fuerte, así que muy contento.”

 

 

Ahora los componentes de ambas selecciones disfrutan de unas merecidas vacaciones en su casa o viajando; En cualquier caso, cargando pilas para lo que viene: clasificarse para el Campeonato de Europa. Como decía una líneas más arriba Fernando Muñoz: «ahora empieza un periodo diferente», y Comunidad Vóley os informará de ello.

 

 

 

Fotografías: álbum COE