Dicen las lenguas antiguas que Soria fue un lugar donde el voleibol se respiraba diferente. “El Otro Punto” es la sección de las curiosidades de un deporte formado por y para gente distinta. Los más de 160 metros cuadrados de pista con muchas líneas por escribir. Los Pajaritos ha sido la catedral donde equipo y afición han vuelto a respirar juntos en el momento más necesario. ¡Qué vuele el balón!
Hay noches que enseguida te das cuenta de que son grandes cuando te giras y a tu alrededor ves un pabellón a rebosar, saltando de alegría, animándote y coreando el nombre de tu equipo para que continúes en la lucha. Ese momento en el que la afición se identifica contigo y las 1400 personas presentes te alientan hacia la victoria. En ese justo momento, es cuando sacas la fuerza de donde sea para ganar la batalla.
Hasta seis puntos de set para Vecindario ACE Gran Canaria y cinco para Río Duero Soria. Once puntos de set. Se dice pronto. Una dosis de adrenalina y concentración al alcance de muy pocos para los 14 jugadores que estaban en pista, para los entrenadores y sobre todo los árbitros. Hugo Suárez estuvo implacable en cada decisión con el respaldo de la reciente debutante Miriam Buenestado.
Es el cuarto set con mayor puntuación en un Tie-Break de la historia de la Superliga, igualado con un Aguas de Huelva contra Club Vigo Voley donde se vio la misma puntuación en la temporada 2001/02. No obstante, no es la más abultada, ya que en el curso 2003/04 se llegó hasta un 27-29 en Los Cristianos. En aquella ocasión Arona Playa Las Américas (Tenerife Sur), no fue capaz de doblegar a Numancia. Curiosamente, el equipo soriano consiguió una victoria casi igual de agónica, aunque no en las mismas circunstancias.
Podrá gustarte más o menos, pero lo que está claro es que todos los asistentes seguro que hablarán durante varios días de aquel último punto. El deporte tiene esos momentos de heroicidad que contagian. Un final épico para una noche mágica. Esas grandes noches que el público azulón vivió en el Polideportivo de la Juventud con aquel Club Deportivo San José. Los Pajaritos poco tienen que envidiar de aquellas primeras noches de balonvolea soriano. Un club que recupera su identidad justo en el momento más necesario. Soria respira de nuevo voleibol y quiere seguir en Superliga un año más.
Jorge Moragón
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