Hace una semana hablábamos sobre el voleibol femenino en España, jugadoras y clubes nos contaban su día a día, la situación real de este deporte. Esta semana seguimos reivindicando la importancia del papel de la mujer deportista, esta vez, en la arena.

Lili y Elsa, la mejor pareja española sobre la arena y Paula Soria y Belén Carro, que despegan juntas este año en el circuito mundial, han hablado con Comunidad Vóley sobre sobre el vóley playa es España, y las cuatro coinciden ya en el principio de la conversación: “todavía falta que haya una base fuerte en este deporte para que se pueda seguir creciendo, pero poco a poco vamos rompiendo barreras”, palabras de Elsa Baquerizo a las que Paula Soria añade, “se necesita mucha base, mucho trabajo desde abajo para tener gente. En otros países como en Alemania, Suiza, Polonia… se trabaja mucho con los niños y no con pocos sino con muchos.”

Desde los comienzos de una y otra pareja ha cambiado bastante la situación, pero todavía queda trabajo por hacer si queremos seguir contando con grandes parejas españolas. “A nivel internacional lleva estructurándose varios años y en España está empezando ahora, es un deporte que está en alza, todavía en fase de estructuración, pero creo que se profesionalizará”, comenta Liliana Fernández. La olímpica española destaca lo difícil que es dedicarse profesionalmente a este deporte: “el vóley playa no es un deporte profesional en sí pero nosotras sí lo somos, nos dedicamos cien por cien a ello, pero a nivel nacional es imposible vivir de ello. La mayoría de jugadoras están en pista y en playa o tienen un trabajo compaginado y no pueden dedicar el cien por cien a la playa. A nivel internacional, a día de hoy, solo somos dos equipos, nosotras y Amaranta y Ángela. Si no tienes patrocinadores y apoyo federativo es complicado porque los premios no son muy elevados y el tiempo que estas parada tienes que vivir de algo.”

 

TRABAJO Y ESFUERZO, LA CONSTANCIA DEL DÍA A DÍA.

Uno de esos apoyos federativos a este deporte, es la apuesta de la RFEVB por el proyecto del Centro Internacional de Vóley Playa en Lorca, donde se concentran las futuras estrellas nacionales de este deporte y  se apuesta por una formación continuada de jóvenes parejas, como es el caso de Paula Soria y Belén Carro, que han empezado a entrenar junta esta temporada.

“Al estar en el Centro de Vóley Playa de Lorca y jugar todavía en categorías inferiores, juego con la pareja que crean correcta tanto los entrenadores como la Federación. Este año me propusieron jugar con Paula y empezar a competir en el circuito mundial absoluto, como es una muy buena jugadora y con mucha experiencia, era una gran oportunidad para mí para empezar a jugar y acepté, claro”, nos explica Belén Carro, la más joven de esta dupla, quien ya ha competido en el Campeonato Mundial Sub 19 y se ha proclamado Campeona de España sub 21 y sub 19 de clubes. Su compañera, la alicantina Paula Soria jugó la pasada temporada junto a Elsa Baquerízo, cuando Liliana Fernández  decidió ser madre, y ve así a su nueva compañera: “es una chica con unas aptitudes increíbles para este deporte, 1’90 m. de altura, ni más ni menos, con control y con ganas. Es joven y tiene una proyección muy buena.”

El día a día de estas jóvenes consiste en asistir a la universidad por la mañana y entrenar por las tardes, un esfuerzo y constancia que les llena de alegría y satisfacción, aunque también reconocen que no es fácil, “cuando hace dos años me propusieron venir a Lorca fue genial, supone una gran ventaja a la hora de mejorar como jugadora y, además, te ayuda a crecer y madurar como persona. Venía junto con dos de mis mejores amigas, así que sabíamos que podríamos afrontar esa experiencia juntas. Lo más difícil es el tener que dedicarle todo tu tiempo al deporte y no llevar una vida normal de adolescente, ves que todos tus amigos salen de fiesta cada fin de semana, quedan por las tardes etc., cosas que como deportista no puedes hacer. Haberme ido de casa con 17 años también ha sido duro, pero merece la pena todo el sacrificio y esfuerzo”, nos cuenta la joven madrileña, por cuya experiencia ya pasó su compañera cuando en 2009 tuvo que ir al centro de Tenerife, “mi vida dio un giro de trescientos sesenta grados. Obviamente cambias de rutina: entrenar todos los días, haces gimnasio… tu vida cambie por completo. Pero la verdad que el estar aquí es un privilegio. Tenemos el gimnasio y las pistas en el mismo recinto de la residencia y muy pocos pueden decir que tienen todo tan cerca y que sea tan cómodo para entrenar y llevar a cabo este proyecto.”

 

LAS MAYORES DIFICULTADES

Este cambio de rutina en la vida de las jóvenes es un primer proceso de adaptación en la vida de las deportistas, “no te imaginas todas las sensaciones que te hace sentir el deporte, satisfacción, frustración, alegría, rabia… Pero todas ellas te forman como jugadora y te hacen vivir cada experiencia con más ganas y querer seguir mejorando,” explica Soria. Sin duda algo importante si tenemos en cuenta las palabras de Lili Fernández sobre las dificultades más destacas a la hora de enfrentarse en la arena: el factor psicológico, “hasta que aprendes a dominar eso cualquier equipo te puede ganar. Sigue dominando Brasil, EE.UU. o Alemania, pero ya hay muchos países que estamos entrando ahí. Todos los equipos saben jugar bien, la diferencia se encuentra en el aspecto psicológico.”

La técnica, la potencia, el aspecto psicológico, se pueden entrenar para ir mejorando cada día, el factor económico no. De nuevo el dinero, patrocinadores, becas, apoyos… se convierten en una de las mayores dificultades a la hora de dedicarse al vóley playa. “Lo difícil es ser profesional en este deporte porque no tienes un sueldo fijo, dependes de becas y patrocinadores, los costes del circuito mundial son elevados, tus ingresos dependen de tu rendimiento… hay tantas variables que es muy complicado. Nosotras solo viajamos con entrenador y los chicos ni eso. A veces con fisio, pero nada más. Eso también marca la diferencia porque piensas que si estás plantando cara a equipos de arriba con tan pocos medios, ¿qué podríamos hacer con más medios?”, se pregunta Liliana Fernández, quien esta temporada vuelve a competir junto con Elsa Baquerizo con un objetivo claro: Tokio 2020.

 


MATERNIDAD y DEPORTE

La pareja Lili y Elsa hizo un parón la temporada pasada cuando Lili decidió ser madre. Aunque adaptó su entrenamiento hasta bien avanzado el embarazo, no compitió, por lo que Elsa continuó en el circuito mundial junto a Paula Soria. “Tuve mucho miedo cuando me quedé embarazada por la parte profesional”,  reconoce Fernández, quien contó así su experiencia a Comunidad Vóley.

“Quería hablar con nuestros patrocinadores y colaboradores, con el CSD, el COE y la RFEVB para saber si me iban a seguir apoyando. El COE, a través del Consejo Superior de Deportes me mantenía la beca y la Federación también me mantuvo su apoyo, así como nuestros patrocinadores y colaboradores, todos me mostraron su apoyo. Yo pensaba que se iban a caer la mitad, no tenía esperanzas, y es de agradecer que confiaran en mí y apoyaran el hecho de que yo quisiera ser madre. Mi experiencia ha sido buena, pero conozco casos en los que las mujeres no son apoyadas, les rebajan el salario, las despiden o les quitan derechos y eso no puede ser porque las mujeres somos las únicas que podemos procrear, no entiendo la discriminación que hay hacia una mujer que quiera ser madre y por qué tiene que ser incompatible con una carrera profesional de éxito. Cada vez que leo una noticia así me siento afortunada de que a mí sí me hayan apoyado.”

Esta vez la historia termina con final feliz de nombre Saúl, pero si la destacamos es porque, lamentablemente, no suele suceder así en la mayoría de los casos. Se puede ser madre y ganar era el titular de una de las últimas entrevistas a Liliana Fernández, algo que deben tener muy presente todas las instituciones, patrocinadores y actores en general, sin cuyos apoyos es imposible la continuidad de las deportistas.


 

EL FOCO DE LOS MEDIOS

¿Cómo se pueden superar las dificultades económicas para ver cada vez más y mejor vóley playa en España? Como en el caso del voleibol, dirigiendo el foco de los medios de comunicación hacia este deporte, “los medios tienen mucha importancia y mucho poder a la hora de la visibilidad de un deporte. A la hora de vendernos de cara a un patrocinador o conseguir más sponsors, cuanta más visibilidad tenga su marca, más facilidades tendremos a la hora de conseguir patrocinadores”, explica Elsa.

Paula Soria y Elsa Baquerizo Final Cpto España Fuengirola 2017

Como nos cuenta Lili, muchas veces los medios solo informan de deportes “minoritarios” cuando hay medallas, “de cara a dar visibilidad al deporte, eso, no lo favorece. ¿Qué va primero, que enseñes el deporte o los resultados? ¿Y si no hay resultados no se enseña y no se da a conocer el deporte? Tiene que haber un poco de todo”.  Fernández aboga por un cambio cultural en el que los medios muestren y valoren el esfuerzo de todos deportistas por igual, “porque todos entrenamos en exclusividad para esto. Las horas y el sacrificio lo ponemos todos”, más allá de la omnipresencia del fútbol masculino que hay en nuestro país.

El vóley playa femenino ha sido de los deportes más seguidos en los últimos Juegos Olímpicos. Esos datos de audiencia no deben quedar ahí, entre unos y otros juegos hay muchas más competiciones que pasan inadvertidas y son, nada más y nada menos, que le camino que deben recorrer las parejas que sueñen con unas olimpiadas.

 

 

Paula Soria y Belén Carro competirán en un par de semanas en Tailandia; Belén confiesa que una de las cosas que más le gusta de este deporte son los viajes, ya que le permiten conocer nuevos lugares y culturas, por lo que estamos seguras que su estreno en el circuito mundial será una experiencia inolvidable. Lili y Elsa competirán en Xiamen a finales del próximo mes, donde también lo harán Amaranta y Ángela. A todas ellas les deseamos muchos éxitos y ojalá las veamos cada vez más, y en más, medios de comunicación.

 

 

Rosa Royo y Pilar Barbó